lunes, 26 de agosto de 2013

Vuelta al trabajo

La vida sigue, y con muchos cambios últimamente.

Primero de todo: me casé. Ni una fractura en la clavícula ha impedido que me case con la chicancon la que quiero envejecer. Un día magnífico al lado de toda la gente a la que quiero.

Y como toda boda, vino seguida de una Luna de Miel en los EEUU. Que se ha aprovechado al 100%, sin olvidar mi lado de historiador amateur. He subido a un portaaviones y a un submarino nuclear, a una fragata pesada napoleónica y a mil y ún memoriales.

Ahora toca volver a mi gran proyecto chino, o entender como una antigua guerrilla de montaña ha digievolucionado a una fuerza capaz de realizar ciberataques.

Y de mientras, seguir con Histocast y recuperar este blog donde pasaba tantas horas muertas y reinventarlo.

Ahora toca recordar que cada viaje de mil millas epieza con un paso. Y el paso de hoy ha de ser decisivo.