domingo, 24 de marzo de 2013

"Days of Infamy" de Harry Turtledove



Tras haber recibido inmerecida candela desde Histocast por un audio que no pude colgar por problemas técnicos, me desquitaré dejando la reseña por escrito.

"Days of Infamy" es una saga escrita por el rey americano de las ucronias: Harry Turtledove. Servidor se leyó su saga "Victoria Confederada", al menos hasta llegar a los años treinta. Y cuando pude descargarme este libro, decidí echarle un vistazo.

En esta saga de libros, la visita japonesa a Pearl Harbor se ve reforzada con varios regimientos de infantería japonesa que toman la isla. Veremos el día a día desde el punto de vista de diferentes personajes: un prisionero de guerra americano, Minoru Genda, un cabo japonés y los miembros de una familia de Oahu con orígenes japoneses entre otros. Aquí incluso algunos portaaviones americanos serán hundidos durante el raid, lo cual añadirá más dificultades a los americanos. Y tenemos la famosa "tercera oleada", apoyando la invasión anfibia.

Si bien el primer libro se me hizo entretenido, el segundo "The Beginning of the End" se me hizo algo más cuesta arriba. La ocupación es cruda, y el hecho de que una de las personajes acaba siendo una "mujer de comfort" para las tropas japonesas hizo que el libro se me hiciera algo más cuesta arriba aún. Eso sí, el contraataque norteamericano hizo que volviera a subir la intensidad.

Fue un libro entretenido, con los sospechosos habituales (Yamamoto, el general Yamashita o Halsey). Como sigo diciendo, el primer libro mejor que el segundo.




domingo, 17 de marzo de 2013

El discurso de Tim Collins

Discurso del TCol Tim Collins, 1st Battalion  Royal Irish Regiment, antes de la Operación Libertad Duradera. Tal como lo anotó una periodista.

"Vamos a Irak para liberar, no para conquistar.

No ondearemos nuestras banderas en su país. Estamos entrando en Iraq para liberar un pueblo, y la única bandera que ondeará en esta Vieja tierra es la suya. Mostradles respeto.

Hay algunos que están vivos ahora que no seguirán vivos pronto. Los que no quieran ir, no los enviaremos allí.

De los demás, espero que les deis caña. Eliminadlos si eso es lo que eligen.

Pero si sois feroces en la batalla, recordad ser magnánimos en la victoria.

Iraq está empapado de historia. Es el lugar del Jardín del Edén, del Diluvio Universal y donde nació Abraham. Pisad con suavidad allí.

Veréis cosas que ningún hombre podría pagar por ver. Y tendréis que ir muy lejos para encontrar un pueblo más decente, generos y justo que los iraquíes. Os sentiréis incómodos por su hospitalidad, incluso aunque no tengan nada. No los tratéis como refugiados, por que están en su propio país. Sus niños que son pobres, en los años venideros sabrán que la luz de la liberación fue traida por vosotros.

Si hay bajas, recordad que cuando se levantaron y vistieron esa mañana, no tenían previsto morir en ese día. Permitidles dignidad en su muerte. Enterradles con decoro y marcad sus tumbas. 

Es mi intención traeros a todos de vuelta con vida. Pero habrá gente entre nosotros que no verá el fin de esta campaña. Los pondremos en las bolsas (de cadaveres) y los devolveremos a casas. No habrá tiempo para la pena.

El enemigo no debe dudar que somos su némesis y que vamos a traerles su justa destrucción. Hay muchos comandantes regionales de Saddam que tienen manchas en sus almas y que están calentando los fuegos del infierno para Saddam. Él y sus fuerzas serán destruidas por lo que han hecho. Mientras mueren sabrán que sus acciones les han llevado a ese lugar. No mostréis piedad.

Es un gran paso quitarle la vida a alguien. No debe ser hecho a la ligera. Sé de hombres que han quitado vidas innecesariamente en otros conflictos. Puedo aseguraros que llevan la Marca de Caín en ellos. Si alguien se rinde a vosotros recordad que tienen ese derecho en la ley internacional, y aseguraros que un día puedan volver a casa con su familia.

A esos que quieran pelea, nuestra intención es satisfacerles.

Si hacéis daño al Regimiento o a su historia matando con excesivo entusiasmo o cobardemente, sabed que vuestra familia sufrirá. Seréis apartados a menos que vuestra conducta sea soberbia, pues vuestras acciones os seguirán en la historia. No traeremos verguenza ni a nuestro uniforme ni a nuestra nación.

En lo que se refiere a nosotros, que todos podamos volver a casa y dejar un Irak que sea un lugar mejor por habernos tenido allí.

Nuestro negocio ahora, está en el norte."


Recreación por Kenneth Branagh (¿quien si no podría darle el toque shakespeariano?) en inglés.




Es casualidad que publique esta entrada hoy, pese a las noticias de hoy.

Y, por cierto, feliz San Patricio.





viernes, 15 de marzo de 2013

Unas chicas muy guerreras


Aprovechando que recientemente fue el Día de la Mujer, y que podcasts como Histocast y Zafarrancho Podcast. Hoy quería tocar un tema poco conocido y poco comentado.

Nos desplazamos a la Rusia Imperial. Pero no a la esplendorosa de la época de Pedro el Grande, si no a un imperio que está en sus últimos estertores en 197. El Gobierno tecnócrata de Kerensky busca formas de motivar a un pueblo ruso cansado de una guerra que dura ya tres años y se ha cobrado millones de bajas. Llegan a la Stavka informes sobre mujeres que piden alistarse voluntariamente o que, directamente, se hacen pasar por hombres para enrolarse en los ejércitos del Zar de Todas las Rusias y vengar a maridos, hermanos o hijos muertos por las balas enemigas. 

Se pensó que si se organizaban unidades estrictamente femeninas se matarían dos pajaros de un tiro: tendrían tropas leales y convencidas, y los varones hastiados por la guerra lucharían por "verguenza ajena"(*). Se formaron el 1er. Batallón de Mujeres de Petrogrado, el 1er. Batallón de Mujeres de la Muerte, el 2o. Batallón de Mujeres de Moscú de la Muerte, el 3er Batallón de Choque de Mujeres del Kuban e incluso un 1er. Destacamento Naval de Mujeres. El 1er. Batallón de la Muerte de Mujeres  fue puesto al mando de una mujer que ya ostentaba rango de suboficial, Maria Bochkareva, o Yashka para sus amigos.


Yashka ya tenía una vida de novela. Nacida en Novgorod, siguió los pasos de un marido díscolo, hasta que llegó la Gran Guerra. Consigue entrar en el 25o. Batallón de Reserva de Tomsk gracias a un permiso especial del Zar Nicolas II. Allí es objeto de burla y acoso sexual hasta que empiezan a caer las bombas enemigas y Bochkareva lucha como una leona. Será herida tres veces y condecorada dos. Hace que las reclutas se rapen el pelo y reniega como una carretera. Todo queda claro en una frase que pronuncia en el primer día de adiestramiento: "Ya no sois mujeres. Sois soldados".



Tras unas duras semanas, donde de las 2.000 voluntarias iniciales quedan solo 300, se las agrega al 525o. Regimiento Kuruk-Darinsky, luchando creca de Smorgon (en la actual Bielorrusia) durante la llamada "Ofensiva Kerensky". Su asalto es un éxito, y avanzan a través de tres líneas de trincheras. Pero sus acompañantes masculinos encuentran una bodega con botellas de vodka, y se detienen a echar un trago hasta acabar completamente borrachos. Por entonces nuestras chicas habían tomado 200 prisioneros, a cambio de seis muertas y 30 heridas (entre ellas la propia Bochkareva). Pero llegó el contraataque alemán, y las chicas se encontraron solas. Tuvieron que retirarse bajo el fuego de cobertura de Vera Butchareva, que cubrió disparando una ametralladora la retirada de todos (incluso de sus borrachos compañeros).

Aunque el bautismo de fuego fue un éxito, las chicas no consiguieron el resultado esperado. Los soldados rusos estaban cada vez más cansados de luchar, y el que unas chicas vinieran a prolongar esa absurda guerra no les sentó bien. Sufrieron muchos insultos , entre ellos el de ser una "plaga de lesbianas". Incluso una pandilla atacó y dió una paliza a Bochkareva, instándola a disolver la unidad. Maria seguía en el frente cuando otras mujeres tomaron un rol protagonista en la cercana tragedia.



Y es que el grupo de revolucionarios soviéticos que, liderados por Vladimir Antonov-Ovseenko, tomó el Palacio de Invierno, se sorprendió de los defensores que apresó: algunos cosacos, unos pocos cadetes y 137 mujeres del 1er Batallón de Mujeres de Petrogrado. Cuando las vió entrar en el Palacio, un diplomático francés dijo que: "marchaban al paso, mostrando un espíritu marcial evidente. Solo traicionado por la robustez y su feminidad". Poco pudieron hacer esas mujeres cuando la avalancha se les vino encima. Y siendo prisioneras, muchas fueron acosadas y tres de ellas declararon ser violadas. Vivieron bajo amenaza hasta que la mediación del agregado militar británico, el general Alfred Knox, las liberó. Dió a entender a sus captores que "sería un gesto galante" dejarlas ir. Y ellas fueron liberadas, pero no volvieron a sus casas, si no a sus cuarteles.



Durante la Guerra Civil Rusa, ningun bando (ni blancos, ni rojos, ni verdes...) formó unidades exclusivamente femeninas. El embrión de una buena idea murió en una guerra cruel y moderna. Yashka, tras una gira por los EEUU y Reino Unido, donde el Rey Jorge V la recibió en audiencia, volvió a Rusia para luchar con los ejércitos blancos. Intentó organizar unidades femeninas de combate en Arkangelsk, y luchó por formar un destacamento médico femenino en el ejército del almirante Kolchack. Pero en 1920 un tribunal soviético la condenó a muerte y fue fusilada el 16 de mayo de 1920.

Y, aunque sé que no me salvará de que Goyix me de cera en el próximo Histocast, prometo algo más para redimirme...


(*)tuve tentaciones de poner el link de Loulogio, pero no quería perder a los pocos lectores serios que me quedaban...