sábado, 22 de diciembre de 2012

Ralph Semmes, el caballero corsario del Sur



La Guerra de Secesión cuenta con una buena cantidad de heroes sureños mediáticos: Robert E. Lee, Stonewall Jackson o Jeb Stuart. Por el lado naval, parece que solo el mítico choque entre el buque blindado confederado Merrimack y el Monitor merezcan la pena ser conocidos.  No hablaré de este choque, War Nerd (en inglés) y el podcast Histocast ya lo han tratado de forma que poco puedo aportar.

Pero eso no quita que, como en toda marina en inferioridad numérica, hubiese guerreros que decidieran pelear por su cuenta y riesgo contra un enemigo superior en número. Y en la Guerra de Secesión hubo un personaje así. Un corsario comparable a los míticos Robert Surcouf o Felix von Luckner. El corsario de Dixie fue Raphael "Ralph" Semmes.

La guerra lo cogió trabajando en la oficina federal dedicada al control de faros. Se vió en dicho destino con 52 años, pero ya había visto acción. En su momento dejó su Alabama natal y se enroló en la Marina Estadounidense, pero también estudió Derecho. Fue llamado a filas durante la Guerra contra México en 1848. Allí tuvo su primer mando, el USS Somers, un buque que ya tenía algo de leyenda negra al haber sufrido un motín a bordo. Y en una misión de bloqueo en las costas de Vercruz, el Somers se hundió, ahogándose 32 de sus casi 200 tripulantes. Semmes afrontó un consejo de guerra, que esperó a bordo del USS Cumberland, acompañado de otro oficial en desgracia: John Winslow, quien había embarrancado su USS Union. Parecían dos oficiales en desgracia, pero hicieron amistad. Una amistad que se pondría a prueba en el futuro, pero no adelantemos acontecimientos....

Tras esa caida en desgracia, la secesión de los Estados del Sur le llega mientras se encuentra en Washington. Ante el complicado dilema de luchar por la Unión o por su estado natal de Alabama, Ralph Semmes elige este último. Llega a Richmond, donde espera que el secretario de marina Stephen Mallory le asigne un barco. Y al cabo de un tiempo consigue lo que quiere: el mando del primer buque de guerra confederado, el CSS Sumter

CSS Sumter, capturando dos presas bajo bandera argentina.

Dicho buque no fue construido inicialmente para guerrear. El vapor "Havana" fue construido en 1859, y hacía la ruta comercial entre New Orleans y La Habana española. Ante la escasez de medios iniciales de la Marina Confederada, se le armó con una pieza de artillería de 20cm y de cuatro cañones de 32 libras, todas ellas piezas de avancarga. Conscientes de que no pueden igualar la superioridad naval del Norte. Se arma un buque corsario para atacar el comercio naval enemigo, privándolo de medios materiales para proseguir la guerra o haciendo la navegación tan costosa (por las primas de los seguros navales, por ejemplo) que el comercio mediante este valioso medio se redujera a su mínima expresión.

El problema era que el Sumter no era un buque diseñado para el corso, si no para comerciar con un puerto relativamente cercano. Debía avituallarse de carbón y suministro de forma habitual. Y un buque corsario debe navegar muchas millas sin calar en puertos amigos, o puertos neutrales donde sus perseguidores puedan coparlo.

Al mando de Semmes eludirán la flota de bloqueo del Mississippi, fugándose del USS Brooklyn. Una vez libre en el mar, atacará buques mercantes estadounidenses por el Caribe, llegando hasta Brasil para luego volver hasta la Martinica Francesa. Allí pasará un tiempo avituallándose bajo la atenta mirada del vapor federal USS Iroquois. Un buque superior en armamento al Sumter. Parecería que las correrías del corsario debieran haber acabado, pero logra volver a dar esquinazo a la flota del Norte y huye hacia Europa, recalando primero en el puerto de Cadiz y luego en Gibraltar. Allí el gobierno español le permitió un avituallamiento mínimo. Estando Cuba tan cerca de los beligerantes, la Corona estaba obligada a ser lo más neutral posible. Aunque, para lo que sirvió en 1898 podrían haberla dejado avituallarse de carbón y armas hasta las cejas...

Tras esta estancia en aguas españolas, huyó al puerto británico más cercano: Gibraltar. Los británicos, que les tenían ganas de los yankis por el asalto al Trent, buque de su majestad que llevaba unos emisarios confederados a Gran Bretaña. Allí se aprovisionó bien, llegándole fondos para pagar las pocas reparaciones que había hecho en Cadiz. Pero también llegaron varios buques de la Marina Federal, quedando el corsario confederado atrapado. Semmes y la tripulación se fueron, viajando en vapores civiles británicos, a las Azores, donde pasarían a servir en un buque de leyenda: el CSS Alabama

Vista la imposibilidad de que el CSS Sumter saliera, la marina confederada lo vendió a un armador británico. Pero siguió sirviendo a la Confederación, llevando provisiones y mercancías a puertos confederados, burlando el bloqueo de la marina yanqui. Transportó armas y algodón a puertos confederados, volviendo a Gran Bretaña con algodón. Al final se hundirá tras la guerra cerca de Francia, sirviendo como mercante bajo bandera británica.





CSS Alabama

 
Pero mientras el Sumter desarrolla estos nuevos cometidos, Semmes se encuentra a bordo del CSS Albama. Este buque, salido de los astilleros John Laird Sons & Co de Liverpool, sí que ha sido diseñado en vistas de una guerra de corso de largo alcance. Puede alcanzar los 24 nudos gracias a sus motores a vapor, y sus armas le convierten en un rival feroz: 6 cañones de 32 libras (3 por lado) y dos cañones pivotables (uno pesado de 110 libras y otro de 68 libras). Dicho buque parte de Inglaterra desarmado, para evitar quejas estadounidenses de violación de neutralidad por parte de los británicos bajo el inocuo nombre de "209". En las Azores es armado y recoge su tripulación, formada por veteranos del CSS Sumter y marineros profesionales (aka mercenarios) británicos. Tras capturar y quemar varios balleneros norteamericanos por las Azores, lleva la guerra a las costas yankis atacando mercantes navegando por la costa americana.
Tras intentar un ataque furtivo contra el puerto de Nueva York, que no puede hacer por ser un objetivo demasiado bien protegido, baja al sur, a la costa de Texas. Allí, en Galveston, se encuentra una flota bombardeando el puerto de la ciudad. Tras hacerse notar, el almirante estadounidense piensa que debe ser algún buque contrabandista que burla el bloqueo y envía el USS Hatteras, el más debil de la flotilla, que acaba quedando apartado de la flotilla. 

Este se acerca incauto al lobo vestido con piel de cordero. Pide al desconocido que se identifique, y Semmes se hace pasar por un buque inglés. Cuando los federales avisan que van a arriar un bote para inspeccionarles, los rebeldes hacen volar su bandera y disparan al enemigo incauto. El buque confederado, superior en potencia de fuego, logra que el Hatteras se rinda, siendo el único buque de la marina federal en ser derrotado por los confederados, y consiguiendo huir del resto de la flota.

El final del USS Hatteras

Tras eso, el CSS Alabama se dirigirá al sur, hacia la costa de Brasil. Tras actuar durante un tiempo desde la isla de Fernando Noronha, con cierta complicidad del gobernador local, logra un nuevo buque cuando el mercante Conrad es armado y, con una pequeña tripulación procedente del Alabama, se convierte en el CSS Tuscaloosa. Mientras, el protagonista de nuestra historia se dirigirá hacia Surafrica, cruzando el Cabo de Buena Esperanza. Por esa zona será perseguido por el buque estrella de la flota federal, el USS Vanderbilt, al que dará esquinazo constantemente. A veces solo por cuestión de horas.

El temible USS Vanderbilt


Y es que parece que el corsario fuera como Pedro por su casa, pero no olvidemos que la falta de radar hacía la detección de buques enemigos algo complicado. Solo podías conseguirlo anticipando los movimientos de tu enemigo, o basándote en la información de buques con los que te cruzases. La verdad, no me parece que los oficiales federales hicieran el ridiculo al no poder cazar a Semmes. Debía ser un trabajo dificil.

Semmes seguirá navegando y capturando buques federales por el Índico y el Pacífico Sur. Cruzará el Cabo de Hornos y se dirigirá a Francia. Tras 534 días en la mar, en una navegación que rodea el mundo sin visitar un puerto confederado, se dirigirá a Francia para afrontar unas reparaciones necesarias. Si el desgaste en un buque moderno ya sería considerable, imaginad en un buque de madera. Al final logrará alcanzar el puerto de Cherburgo en junio de 1864. Si los motores y el casco estaban desgastados, imaginad una tripulación que lleva tiempo sin pasar más de uno o dos días en un puerto. Pero Semmes no tuvo en cuenta un pequeño problema técnico: Cherburgo era un puerto militar, sin muelles civiles. En Le Havre no hubiera tenido este problema. Pero las leyes de neutralidad le obligan a que, si se iba de Cherburgo, no podía visitar un puerto francés en los tres siguientes meses. Podían dejar el buque en Cherburgo y esperar verse rodeados de navios federales, o podían buscar pelea contra el buque más cercano, el navio federal que vigilaba el Canal de la Mancha: el USS Kearsage. A su mando, John Winslow, su amigo de miserias de la época en México.

El US Kearsage llegó a Cherburgo el 14 de junio, mostrando pabellón y dejando claro que si los confederados querían escapar, tendrían que verselas con ellos. Pero el CSS Alabama de entonces no era el que se peleó con el USS Hatteras. Estaba desgastado y en horas bajas. Los dos buques se dedicaron a preparar para el combate durante cuatro días. Aunque quería partir el día 17, Semmes dejó el puerto de Cherburgo el día 19 a las 9 de la mañana, precedido por el yate inglés Deerhound y seguido por el buque blindado francés Couronne, enviado para vigilar que no se violara la neutralidad francesa. Antes, Semmes ha enviado mediante valija diplomática el siguiente mensaje a Winslow:

« Mi intención es combatir contra Vds, para lo cual he tomado los preparativos necesarios. Pienso que estaré preparado mañana, o a muy tardar pasado mañana. Esperando que tendrá paciencia para esperarme, tengo el honor de ser su servidor obediente: R. Semmes, Capitán. »

En las orillas, muchos franceses observaban el evento con curiosidad. El expreso de París a Cherburgo trajo muchos espectadores que no se querían perder el duelo. Mientras el Alabama avanzaba, el Kearsage estaba celebrando misa. Winslow suspendió el ato y llamó a la tripulación a las posiciones. Quería dejar avanzar al Alabama lejos de aguas francesas, para evitar que si el combate iba mal para los confederados, estos pudieran volver a Francia.

A 7 millas de la costa francesa, Semmes abre fuego contra su enemigo. Esta primera andanada y dos más fallaran, hasta que el Kearsage responde. Entonces los dos buques irán dando bordadas, enfrascados en una lucha a muerte. El Alabama confia en su velocidad de disparo, mientras que el Kearsage dispara con paciencia pero con precisión. El Kearsage logra abatir el cable que aguanta la bandera confederada, haciendo que esta caiga. Semmes arria otra bandera nueva. Por su parte, un disparo afortunado de uno de los cañones pivotantes del buque confederado, inutiliza el cañón pivotante de los federales. Otro de sus disparos alcanza el codaste del buque estadounidense, sin explotar. Muchas balas del Alabama no llegarán a explotar, debido al desgaste material y a la poca calidad del armamento.

"La batalla entre el USS Kearsage y el CSS Alabama", por Edouard Manet. Se puede ver en el Museo de Arte de Philadelphia.


Por otra parte, la precisión de los disparos del Kearsage se cobra sus dividendos. Uno de sus disparos toca la línea de flotación del confederado, dando en el almacen de carbón. Semmes, en previsión del combate, llenó ese compartimento. Y eso le salvó de que el proyectil diera en el motor, pero el buque empezó a dejar ir una estela negra muy siniestra.

A los 45 minutos de combate,  el Alabama encajó otro impacto en la línea de flotación. El agua empezó a entrar a mucha velocidad y a amenazar en inundar la sala de motores. En la séptima bordada, Semmes decidió que todo estaba perdido e intentó ir hacia la costa francesa. Cuando su primer oficial, Kell, le informó que el buque se hundiría en 15 minutos y vió que el Kearsage estaba entre él y la costa francesa, decidió arriar la bandera. Los federales siguieron disparando, al parecer pensando que debían de haber derribado de nuevo la bandera confederada. Hasta que no vieron una bandera blanca no cesaron el fuego. Era mediodía.

Captain Winslow's track chart of the engagement

Diagrama de la época, explicando la batalla.

El Alabama se hundía, pero Semmes organizó la evacuación. Se bajaron dos botes, y el yate británico Deerhound se acercó a recogerle a él y a varios oficiales y tripulantes. Muchos sospechan que el yate estaba allí para evacuarles si la cosa iba mal. Cabe decir que el Deerhound tiene también un pedazo de historia española, pues traerá armas a los carlistas en la Tercera Guerra Carlista, hasta su captura por la Marina Real Española. Por otra parte, un joven artista francés, llamado Edouard Manet, pintará en esta batalla su primer paisaje naval, alejado de sus típicos cuadros parisinos.

INSURRECION CARLISTA YATE DEERHOUND CON ARMAS PRA CARLISTAS EN SANSEBASTIAN (Arte - Grabados - Modernos hasta el siglo XIX)

El yate Deerhound, llevando armas a los carlistas.

Y entremos en la factura del carnicero: el Alabama acaba la batalla con 9 muertos en combate, 16 ahogados y 22 heridos. 68 marinos confederados acabarán prisioneros en manos de los federales. Semmes acaba huyendo a Gran Bretaña, donde esperará el resto de guerra la oportunidad de mandar otro buque corsario. Pero la guerra acaba sin que pueda obtener otro mando, aunque no implica que deje de luchar. Viajaa bordo del vapor Tasmanian hasta La Habana, para ser recibido como un heroe en Mobila, donde se le nombra Almirante. El presidente Jefferson Davis no le dará ningún buque, pero le asciende a general de brigada del ejército, luchando hasta la rendición de los confederados. El general/almirante Semmes será el primer y único norteamericano en ostentar ambos rango simultaneamente. A bordo del Sumter, en los seis meses a su mando, capturó 18 mercantes. Y en el Alabama, capturará 65 barcos, haciendo casi 2.000 prisioneros sin perdidas propias.

Es arrestado el 15 de diciembre de 1865, acusado de piratería. Se le mantiene arrestado a la espera de juicio hasta el 7 de abril de 1866, cuando se le deja en libertad. Dará clases en el Seminario del Estado de Louisina (la actual Universidad Estatal de Louisiana), muriendo el 30 de agosto de 1877 a la edad de 68 años. Sus actos recuerdan las palabras que dijo al presidente Jefferson Davis: "Pese a lo que se haya dicho de mí, no he dado, al menos, motivos de deshonra al nombre y personalidad de América."