sábado, 22 de diciembre de 2012

Ralph Semmes, el caballero corsario del Sur



La Guerra de Secesión cuenta con una buena cantidad de heroes sureños mediáticos: Robert E. Lee, Stonewall Jackson o Jeb Stuart. Por el lado naval, parece que solo el mítico choque entre el buque blindado confederado Merrimack y el Monitor merezcan la pena ser conocidos.  No hablaré de este choque, War Nerd (en inglés) y el podcast Histocast ya lo han tratado de forma que poco puedo aportar.

Pero eso no quita que, como en toda marina en inferioridad numérica, hubiese guerreros que decidieran pelear por su cuenta y riesgo contra un enemigo superior en número. Y en la Guerra de Secesión hubo un personaje así. Un corsario comparable a los míticos Robert Surcouf o Felix von Luckner. El corsario de Dixie fue Raphael "Ralph" Semmes.

La guerra lo cogió trabajando en la oficina federal dedicada al control de faros. Se vió en dicho destino con 52 años, pero ya había visto acción. En su momento dejó su Alabama natal y se enroló en la Marina Estadounidense, pero también estudió Derecho. Fue llamado a filas durante la Guerra contra México en 1848. Allí tuvo su primer mando, el USS Somers, un buque que ya tenía algo de leyenda negra al haber sufrido un motín a bordo. Y en una misión de bloqueo en las costas de Vercruz, el Somers se hundió, ahogándose 32 de sus casi 200 tripulantes. Semmes afrontó un consejo de guerra, que esperó a bordo del USS Cumberland, acompañado de otro oficial en desgracia: John Winslow, quien había embarrancado su USS Union. Parecían dos oficiales en desgracia, pero hicieron amistad. Una amistad que se pondría a prueba en el futuro, pero no adelantemos acontecimientos....

Tras esa caida en desgracia, la secesión de los Estados del Sur le llega mientras se encuentra en Washington. Ante el complicado dilema de luchar por la Unión o por su estado natal de Alabama, Ralph Semmes elige este último. Llega a Richmond, donde espera que el secretario de marina Stephen Mallory le asigne un barco. Y al cabo de un tiempo consigue lo que quiere: el mando del primer buque de guerra confederado, el CSS Sumter

CSS Sumter, capturando dos presas bajo bandera argentina.

Dicho buque no fue construido inicialmente para guerrear. El vapor "Havana" fue construido en 1859, y hacía la ruta comercial entre New Orleans y La Habana española. Ante la escasez de medios iniciales de la Marina Confederada, se le armó con una pieza de artillería de 20cm y de cuatro cañones de 32 libras, todas ellas piezas de avancarga. Conscientes de que no pueden igualar la superioridad naval del Norte. Se arma un buque corsario para atacar el comercio naval enemigo, privándolo de medios materiales para proseguir la guerra o haciendo la navegación tan costosa (por las primas de los seguros navales, por ejemplo) que el comercio mediante este valioso medio se redujera a su mínima expresión.

El problema era que el Sumter no era un buque diseñado para el corso, si no para comerciar con un puerto relativamente cercano. Debía avituallarse de carbón y suministro de forma habitual. Y un buque corsario debe navegar muchas millas sin calar en puertos amigos, o puertos neutrales donde sus perseguidores puedan coparlo.

Al mando de Semmes eludirán la flota de bloqueo del Mississippi, fugándose del USS Brooklyn. Una vez libre en el mar, atacará buques mercantes estadounidenses por el Caribe, llegando hasta Brasil para luego volver hasta la Martinica Francesa. Allí pasará un tiempo avituallándose bajo la atenta mirada del vapor federal USS Iroquois. Un buque superior en armamento al Sumter. Parecería que las correrías del corsario debieran haber acabado, pero logra volver a dar esquinazo a la flota del Norte y huye hacia Europa, recalando primero en el puerto de Cadiz y luego en Gibraltar. Allí el gobierno español le permitió un avituallamiento mínimo. Estando Cuba tan cerca de los beligerantes, la Corona estaba obligada a ser lo más neutral posible. Aunque, para lo que sirvió en 1898 podrían haberla dejado avituallarse de carbón y armas hasta las cejas...

Tras esta estancia en aguas españolas, huyó al puerto británico más cercano: Gibraltar. Los británicos, que les tenían ganas de los yankis por el asalto al Trent, buque de su majestad que llevaba unos emisarios confederados a Gran Bretaña. Allí se aprovisionó bien, llegándole fondos para pagar las pocas reparaciones que había hecho en Cadiz. Pero también llegaron varios buques de la Marina Federal, quedando el corsario confederado atrapado. Semmes y la tripulación se fueron, viajando en vapores civiles británicos, a las Azores, donde pasarían a servir en un buque de leyenda: el CSS Alabama

Vista la imposibilidad de que el CSS Sumter saliera, la marina confederada lo vendió a un armador británico. Pero siguió sirviendo a la Confederación, llevando provisiones y mercancías a puertos confederados, burlando el bloqueo de la marina yanqui. Transportó armas y algodón a puertos confederados, volviendo a Gran Bretaña con algodón. Al final se hundirá tras la guerra cerca de Francia, sirviendo como mercante bajo bandera británica.





CSS Alabama

 
Pero mientras el Sumter desarrolla estos nuevos cometidos, Semmes se encuentra a bordo del CSS Albama. Este buque, salido de los astilleros John Laird Sons & Co de Liverpool, sí que ha sido diseñado en vistas de una guerra de corso de largo alcance. Puede alcanzar los 24 nudos gracias a sus motores a vapor, y sus armas le convierten en un rival feroz: 6 cañones de 32 libras (3 por lado) y dos cañones pivotables (uno pesado de 110 libras y otro de 68 libras). Dicho buque parte de Inglaterra desarmado, para evitar quejas estadounidenses de violación de neutralidad por parte de los británicos bajo el inocuo nombre de "209". En las Azores es armado y recoge su tripulación, formada por veteranos del CSS Sumter y marineros profesionales (aka mercenarios) británicos. Tras capturar y quemar varios balleneros norteamericanos por las Azores, lleva la guerra a las costas yankis atacando mercantes navegando por la costa americana.
Tras intentar un ataque furtivo contra el puerto de Nueva York, que no puede hacer por ser un objetivo demasiado bien protegido, baja al sur, a la costa de Texas. Allí, en Galveston, se encuentra una flota bombardeando el puerto de la ciudad. Tras hacerse notar, el almirante estadounidense piensa que debe ser algún buque contrabandista que burla el bloqueo y envía el USS Hatteras, el más debil de la flotilla, que acaba quedando apartado de la flotilla. 

Este se acerca incauto al lobo vestido con piel de cordero. Pide al desconocido que se identifique, y Semmes se hace pasar por un buque inglés. Cuando los federales avisan que van a arriar un bote para inspeccionarles, los rebeldes hacen volar su bandera y disparan al enemigo incauto. El buque confederado, superior en potencia de fuego, logra que el Hatteras se rinda, siendo el único buque de la marina federal en ser derrotado por los confederados, y consiguiendo huir del resto de la flota.

El final del USS Hatteras

Tras eso, el CSS Alabama se dirigirá al sur, hacia la costa de Brasil. Tras actuar durante un tiempo desde la isla de Fernando Noronha, con cierta complicidad del gobernador local, logra un nuevo buque cuando el mercante Conrad es armado y, con una pequeña tripulación procedente del Alabama, se convierte en el CSS Tuscaloosa. Mientras, el protagonista de nuestra historia se dirigirá hacia Surafrica, cruzando el Cabo de Buena Esperanza. Por esa zona será perseguido por el buque estrella de la flota federal, el USS Vanderbilt, al que dará esquinazo constantemente. A veces solo por cuestión de horas.

El temible USS Vanderbilt


Y es que parece que el corsario fuera como Pedro por su casa, pero no olvidemos que la falta de radar hacía la detección de buques enemigos algo complicado. Solo podías conseguirlo anticipando los movimientos de tu enemigo, o basándote en la información de buques con los que te cruzases. La verdad, no me parece que los oficiales federales hicieran el ridiculo al no poder cazar a Semmes. Debía ser un trabajo dificil.

Semmes seguirá navegando y capturando buques federales por el Índico y el Pacífico Sur. Cruzará el Cabo de Hornos y se dirigirá a Francia. Tras 534 días en la mar, en una navegación que rodea el mundo sin visitar un puerto confederado, se dirigirá a Francia para afrontar unas reparaciones necesarias. Si el desgaste en un buque moderno ya sería considerable, imaginad en un buque de madera. Al final logrará alcanzar el puerto de Cherburgo en junio de 1864. Si los motores y el casco estaban desgastados, imaginad una tripulación que lleva tiempo sin pasar más de uno o dos días en un puerto. Pero Semmes no tuvo en cuenta un pequeño problema técnico: Cherburgo era un puerto militar, sin muelles civiles. En Le Havre no hubiera tenido este problema. Pero las leyes de neutralidad le obligan a que, si se iba de Cherburgo, no podía visitar un puerto francés en los tres siguientes meses. Podían dejar el buque en Cherburgo y esperar verse rodeados de navios federales, o podían buscar pelea contra el buque más cercano, el navio federal que vigilaba el Canal de la Mancha: el USS Kearsage. A su mando, John Winslow, su amigo de miserias de la época en México.

El US Kearsage llegó a Cherburgo el 14 de junio, mostrando pabellón y dejando claro que si los confederados querían escapar, tendrían que verselas con ellos. Pero el CSS Alabama de entonces no era el que se peleó con el USS Hatteras. Estaba desgastado y en horas bajas. Los dos buques se dedicaron a preparar para el combate durante cuatro días. Aunque quería partir el día 17, Semmes dejó el puerto de Cherburgo el día 19 a las 9 de la mañana, precedido por el yate inglés Deerhound y seguido por el buque blindado francés Couronne, enviado para vigilar que no se violara la neutralidad francesa. Antes, Semmes ha enviado mediante valija diplomática el siguiente mensaje a Winslow:

« Mi intención es combatir contra Vds, para lo cual he tomado los preparativos necesarios. Pienso que estaré preparado mañana, o a muy tardar pasado mañana. Esperando que tendrá paciencia para esperarme, tengo el honor de ser su servidor obediente: R. Semmes, Capitán. »

En las orillas, muchos franceses observaban el evento con curiosidad. El expreso de París a Cherburgo trajo muchos espectadores que no se querían perder el duelo. Mientras el Alabama avanzaba, el Kearsage estaba celebrando misa. Winslow suspendió el ato y llamó a la tripulación a las posiciones. Quería dejar avanzar al Alabama lejos de aguas francesas, para evitar que si el combate iba mal para los confederados, estos pudieran volver a Francia.

A 7 millas de la costa francesa, Semmes abre fuego contra su enemigo. Esta primera andanada y dos más fallaran, hasta que el Kearsage responde. Entonces los dos buques irán dando bordadas, enfrascados en una lucha a muerte. El Alabama confia en su velocidad de disparo, mientras que el Kearsage dispara con paciencia pero con precisión. El Kearsage logra abatir el cable que aguanta la bandera confederada, haciendo que esta caiga. Semmes arria otra bandera nueva. Por su parte, un disparo afortunado de uno de los cañones pivotantes del buque confederado, inutiliza el cañón pivotante de los federales. Otro de sus disparos alcanza el codaste del buque estadounidense, sin explotar. Muchas balas del Alabama no llegarán a explotar, debido al desgaste material y a la poca calidad del armamento.

"La batalla entre el USS Kearsage y el CSS Alabama", por Edouard Manet. Se puede ver en el Museo de Arte de Philadelphia.


Por otra parte, la precisión de los disparos del Kearsage se cobra sus dividendos. Uno de sus disparos toca la línea de flotación del confederado, dando en el almacen de carbón. Semmes, en previsión del combate, llenó ese compartimento. Y eso le salvó de que el proyectil diera en el motor, pero el buque empezó a dejar ir una estela negra muy siniestra.

A los 45 minutos de combate,  el Alabama encajó otro impacto en la línea de flotación. El agua empezó a entrar a mucha velocidad y a amenazar en inundar la sala de motores. En la séptima bordada, Semmes decidió que todo estaba perdido e intentó ir hacia la costa francesa. Cuando su primer oficial, Kell, le informó que el buque se hundiría en 15 minutos y vió que el Kearsage estaba entre él y la costa francesa, decidió arriar la bandera. Los federales siguieron disparando, al parecer pensando que debían de haber derribado de nuevo la bandera confederada. Hasta que no vieron una bandera blanca no cesaron el fuego. Era mediodía.

Captain Winslow's track chart of the engagement

Diagrama de la época, explicando la batalla.

El Alabama se hundía, pero Semmes organizó la evacuación. Se bajaron dos botes, y el yate británico Deerhound se acercó a recogerle a él y a varios oficiales y tripulantes. Muchos sospechan que el yate estaba allí para evacuarles si la cosa iba mal. Cabe decir que el Deerhound tiene también un pedazo de historia española, pues traerá armas a los carlistas en la Tercera Guerra Carlista, hasta su captura por la Marina Real Española. Por otra parte, un joven artista francés, llamado Edouard Manet, pintará en esta batalla su primer paisaje naval, alejado de sus típicos cuadros parisinos.

INSURRECION CARLISTA YATE DEERHOUND CON ARMAS PRA CARLISTAS EN SANSEBASTIAN (Arte - Grabados - Modernos hasta el siglo XIX)

El yate Deerhound, llevando armas a los carlistas.

Y entremos en la factura del carnicero: el Alabama acaba la batalla con 9 muertos en combate, 16 ahogados y 22 heridos. 68 marinos confederados acabarán prisioneros en manos de los federales. Semmes acaba huyendo a Gran Bretaña, donde esperará el resto de guerra la oportunidad de mandar otro buque corsario. Pero la guerra acaba sin que pueda obtener otro mando, aunque no implica que deje de luchar. Viajaa bordo del vapor Tasmanian hasta La Habana, para ser recibido como un heroe en Mobila, donde se le nombra Almirante. El presidente Jefferson Davis no le dará ningún buque, pero le asciende a general de brigada del ejército, luchando hasta la rendición de los confederados. El general/almirante Semmes será el primer y único norteamericano en ostentar ambos rango simultaneamente. A bordo del Sumter, en los seis meses a su mando, capturó 18 mercantes. Y en el Alabama, capturará 65 barcos, haciendo casi 2.000 prisioneros sin perdidas propias.

Es arrestado el 15 de diciembre de 1865, acusado de piratería. Se le mantiene arrestado a la espera de juicio hasta el 7 de abril de 1866, cuando se le deja en libertad. Dará clases en el Seminario del Estado de Louisina (la actual Universidad Estatal de Louisiana), muriendo el 30 de agosto de 1877 a la edad de 68 años. Sus actos recuerdan las palabras que dijo al presidente Jefferson Davis: "Pese a lo que se haya dicho de mí, no he dado, al menos, motivos de deshonra al nombre y personalidad de América."


domingo, 25 de noviembre de 2012

Jinetes tomando el Gran Reducto de Borodino


Coraceros sajones

El 7 de setiembre de 1812, muchos soldados franceses creyeron volver a ver salir el Sol de Austerlitz, aunque nada bueno presagiaba que ese Sol les deslumbrara.

Napoleón había empezado unos meses antes su campaña más ambiciosa: la invasión de Rusia. Agrupando uno de los mayores ejércitos vistos anteriormente (algunas fuentes dicen entre 400.000 y hasta 700.000 hombres agrupados) había cruzado el rio Niemen intentando buscar una batalla decisiva contra sus enemigos rusos. Pero el comandante ruso, general del 1er Ejercito y ministro de la guerra Barclay de Tolly, evitó dicha batalla retirándose. Excepto una escaramuza en Smolensk, el único desgaste sufrido por lasntropas del ejército francés fue debido a las marchas, la necesidad de colocar guarniciones en ciertos puntos y alguna escaramuza contra cosacos.

Hablaba antes de ejército francés, pero era una fuerza con casi tantas nacionalidades como un equipo de futbol moderno. Además de franceses, encontraremos una buena cantidad de polacos. A rey Jerome Bonaparte de Westfalia le siguen tropas de su país, así como a Eugene de Beauharnais le siguen una buena cantidad de tropas italianas. Además, tenemos amplia cantidad de germanos (hessianos, bávaros, sajones entre otros) y algunas unidades de croatas. No podemos olvidar el contigente ibérico: la Legión Portuguesa y los españoles encuadrados en el Regimiento José Bonaparte.

La estrategia de Barclay de Tolly funciona, pero no es del agrado de los jefes rusos. Muchos de ellos ven a Barclay, descendiente de escoceses al servicio del zar, como un "outsider", un forastero que no merece mandar tropas rusas. Uno de los más recalcitrantes es el príncipe Bagration, que lamenta permitir que el enemigo se despliegue como un cancer por el suelo de la Madre Rusia. Al final se sale con la suya y logra que se nombre como comandante al general Mikhail Kutuzov: un veterano de las Guerras Turcas, donde quedó tuerto, que luchó al lado de Suvorov. En palabras del general británico Wilson: "Un "bon vivant" - limpio, cortés y astuto cual griego, con la inteligencia nata de un asiático y la educación de un europeo". Su plan inicial es enfrentarse a Napoleón en el pueblo de Gzhatsk. Pero su jefe de estado mayor, el general Bennigsen (1), le recomienda una posición que está 40 millas más al este. Esta posición está cerca de un pueblo llamado Borodino.

Los rusos fortificaron la zona, siendo el punto más fuerte una colina situada entre Gorki y Semenovskaya. En su longitud de 180 metros se fortifica con una serie de posiciones defensivas, apoyadas por entre 18 y 21 cañones de 12 libras. Este lugar será conocido como el "Gran Reducto" o el "Reducto de Raevski", pero no adelantemos acontecimientos...

Detallar la batalla requeriría un libro o una serie de posts. En resumidas cuentas, Napoleón deja toda su sutileza y se lanza contra las posiciones rusas sin contemplaciones ni filigranas tácticas. Será una batalla de soldados, no de generales. en el punto que nos interesa. Allí, la División de Morand asaltó el Reducto. El 30o. Regto. de Línea consigue abrirse paso en el Reducto e incluso lo sobrepasa, solo para ser diezmados por un contraataque ruso liderado por el bravo general Raevski. Allí morirá el jefe de la artillería rusa, general Alexander Kutaisov, cuya muerte impedirá que la artillería rusa sea dirigida de forma óptima. El pese de dicho asalto lo llevó Eugenio de Beauharnais y su X Cuerpo. Además de un buen contingente de infantería los franceses contaban con el II cuerpo de caballería del general Montbrun. Lo integraban coraceros y carabineros franceses, así como los coraceros sajones, polacos y de Westfalia, encuadrados en la 7a. División de Coraceros. Caballería pesada de la buena.

En el caso de los Guardias sajones, luchaban sin coraza. Estas estaban en Varsovia. Latour-Marbourg dijo a los coraceros que la falta de corazas no debía impedirles realizar su misión.

El cuerpo ya había visto acción durante ese día, y Montbrun había muerto. Eso había obligado a Murat a buscarle sustituto. En el estado mayor estaba el general Auguste Calaincourt (2), quiennfue enviado a mandar dicho cuerpo de caballería. Al verlo abatido, les arengó:"¡No lo lloreis, vengadle¡". 

Tras esa arenga, recibió instrucciones de atacar el Gran Reducto.. La sabiduría convencional no consideraba que la caballería pudiera tomar posiciones fortificadas, más adecuadas para ser tomadas por la infantería. Pero esa batalla fue de todo, menos convencional. Calaincourt respondió a la orden de Murat: "me verá allá arriba, vivo o muerto." Calaincourt cargó al frente del 5o de coraceros. Una bala le alcanzó a la cabeza mientras mandaba su última carga.

Los escuadrones de coraceros avanzaron hacia los flancos del Reducto y cargaron a fondo contra las baterías de artillería y cuadros de infantería. El 7o de coraceros, junto a los coraceros sajones de la Guardia de Corps y el Rgto. Zastrow entraron por el flanco izquierdo de los fuertes. Encontraron algunas unidades de infantería que les dispararon, e incluso les lanzaron los mosquetes como si fueran jabalinas. Tras una feroz lucha cuerpo a cuerpo, la caballería pesada tomó la posición, una hazaña sin precedentes.

La toma fue notificada a inmediatamente. También se le informó de la muerte del general Calaincourt. Su hermano Armand estaba al lado del Emperador, recibiendo la noticia con un semblante impasible, solo traicionado por una lágrima.

Eugenio consolidó la posición, mientras por parte rusa Barclay envió a dragones y húsares a contraatacar.  El choque de caballería fue brutal. En un momento dado, los carabineros franceses cargaron contra los coraceros de Zastrow, al confundir su uniforme blanco con el de los coraceros rusos.

Al final las reservas francesas decidieron el día. En una de las batallas más sangrientas de la época, la caballería jugó su gran papel. Una dura prueba, que no sería tan dura como la que les esperaba al retirarse en el invierno ruso.


(1)Levin Bennigsen era un alemán de Hannover que servía en el Ejército Ruso desde 1773. Colaboró en la conspiración que asesinó al zar Pablo I y mandó el ejército ruso en la derrota de Eylau, derrota en la que abandonó al ejército ruso para irse a toda velocidad a San Petersburgo para anunciar su "victoria"....




lunes, 29 de octubre de 2012

Me van a oir... En Histocast


Damas y caballeros, esto no es Esparta. Pero casi. 


He tenido la oportunidad de grabar con Goyix (@goyix_salduero ywww.elguaridadegoyix.com) y David (@DeividNagan) un Podcast sobre la Guerra Angloamericana de 1812. Aprovechando el bicentenario de una guerra que enfrentó a dos países actualmente muy unidos, hemos podido comentar los hechos más destacados de dicho conflicto.

Espero que lo disfruten. Colaborar con estos dos cracks anima a seguir trabajando en este blog y otros proyectos. 

sábado, 20 de octubre de 2012

La Hohenfriedberger Marsch


Primeramente, no. No es la marcha que aparece en Indiana Jones y la Última cruzada. Si sois cinéfilos de pro, la recordaréis por ese peliculón llamado "Barry Lyndon"

La "Hohenfriedberger Marsch" fue compuesta para conmemorar la victoria de Federico el Grande de Prusia sobre los austríacos (y sus aliados sajones) en Hohenfriedberg. Incluso hay quien dice que la compuso el propio Rey. No me sorprendería, pues entre campaña y campaña componía Conciertos de flauta.

Y es que los reyes de esa época eran de otra pasta.

Prometo hablar más del Viejo Fritz proximamente. Ahora, en vacaciones, toca cargar pilas y coger buenas ideas para el futuro.

domingo, 12 de agosto de 2012

El Ejército Siempre Victorioso



Los cuerpos mercenarios no suelen ser muy populares entre los historiadores militares. Batirse por dinero no tiene el glamour y el recuerdo de los viejos valores que tienen las escaramuzas entre regulares o milicianos. Pocos han trascendido a la historia, pero hoy hablaremos de uno que lo hizo: El Ejército Siempre Victorioso.

Para estudiar las hazañas de este cuerpo mercenario nos hemos de desplazar a la China del siglo XIX. Un gran territorio que sufre las sacudidas de varias rebeliones. De entre ellas cabe destacar una especialmente pintoresca: la rebeliónTaiping. Su líder es un chino converso llamado Hong Xiuquan, quien afirma tener visiones que le proclaman el hermano menor de Jesucristo. Lo que en occidente habría causado risa, en la misteriosa China aglutinó a millones de seguidores. Los taiping abolieron la propiedad privada y miraron de implantar su peculiar variedad del cristianismo en sus territorios.

 El hermano menor chino de Jesús.


Estas ideas tan “comunistas” no acabaron de gustar a los comerciantes de la influyente ciudad de Shanghai. Dos de sus comerciantes, Wu Xu y Yang Fang empezaron a reclutar a extranjeros occidentales para formar una milicia mercenaria que protegiera la ciudad. Esta iniciativa privada iba a ser comandada por Frederick Townsend Ward, un norteamericano que se había distinguido luchando contra la piratería fluvial a bordo del “Confucio”. Era un hombre menudo, activo y nervioso que había sido primer oficial de navíos mercantes con 16 años, para luego adquirir experiencia militar en México y Crimea al lado de las tropas francesas. Aunque inicialmente quería unirse a los taiping, acabó cazando piratas fluviales en Shanghai.

Ward consiguió reclutar unos 100 hombres (desertores, marineros sin barcos y demás fauna), que fueron armados con lo que sus patrones chinos pudieron conseguir. Tras una serie de escaramuzas exitosas contra los taiping, se les ordenó tomar la ciudad de Songijang, algo imposible sin artillería. Tras un fracaso estrepitoso, sus patrones reclutaron a 80 filipinos y consiguieron algunas piezas de artillería. Las victorias fueron atrayendo nuevos reclutas, cada vez más de origen chino. Sobretodo por la buena paga.

De forma gradual las unidades de Ward, quien era ayudado por su lugarteniente chino Li Hongzhang, pasaron a ser integradas por tropas totalmente chinas, mandadas por oficiales occidentales. A los soldados se les entrenó para responder a las órdenes y a los toques de corneta y a luchar como un ejército europeo, algo nunca visto en la historia china. Incluso se les equipó con uniformes de corte europeo y turbantes indios, lo que les valió el sobrenombre despectivo de “imitaciones de diablos extranjeros”. De todas formas, con el buen sueldo que ganaban los soldados, a estos les daba igual.



En enero de 1862, Ward ya tenía 1.000 soldados preparados para el combate. Las tropas tuvieron un buen inicio, venciendo a los taiping en Wu-Sung y Guangfulin (ciudades cercanas a Shanghai). Tras una épica resistencia en Songijang, donde 1.500 hombres de Ward resistieron el ataque de 20.000 rebeldes, el gobierno imperial chino bautizó a las tropas de Ward como “Ejército Siempre Victorioso”. Había nacido ya la leyenda.

En el verano de 1862 el “Ejército Siempre Victorioso” luchaba en un amplio territorio, pero las malas condiciones de las carreteras y caminos complicaban su movilidad. Ward decidió aprovechar los ríos y canales, apropiándose de buques y lanchas, con las que desplazó sus tropas allí donde eran necesarias. Por setiembre, contaría con unos 5.000 hombres, organizados en 4 (en 1864 fueron 6) batallones, un cuerpo de artillería y varias lanchas cañoneras. Se creó una fuerza en que se esperaba que la movilidad y superior potencia de fuego contrarrestasen su inferioridad numérica.

Desgraciadamente Ward no vivió para ver el apogeo de su obra. Durante la campaña imperial para liberar la ciudad portuaria de Ningbo, el americano murió en el sitio de Cixi/Tsekee. Desgraciadamente,Ward no es muy recordado en la historia por que le sucedió uno de los mejores generales de la era victoriana: Charles George Gordon



Nombrado comandante del ejército, con el beneplácito británico, nos encontramos con un personaje de lo más curioso. Un bravo soldado, pero cristiano como solo un victoriano podía serlo. A muchos les sonará el nombre por la batalla de Khartoum, donde encontró su destino. Pero no nos adelantemos. Aquí Gordon era un mayor de empleo del cuerpo de ingenieros que tomó el mando de una fuerza bien entrenada.Su primera acción fue acabar con el sitio de la ciudad de Chansu, una ciudad a 40 kms. de Shanghai. El éxito le grangeó el respeto de sus tropas. Posteriormente tomó la ciudad portuaria de Suzhou, pero una disputa con Li Hongzhang por la ejecución de líderes rebeldes hizo que el ejército se mantuviera un tiempo inactivo. Esto acabó en 1864, cuando el Ejército Siempre Victorioso volvió al campo de batalla y, tras la batalla de Changzhou, logró devolver al Imperio Qing la provincia de Jiangsu.

Tras eso, "El Chino" Gordon recibió el honor chino de la "Chaqueta Imperial Amarilla" y nombrado vizconde. Los británicos, por su parte, lo ascendieron a teniente coronel. La China Imperial le hizo jugosas ofertas para que se quedara, pero Gordon volvió a Inglaterra. 

Sin él, el primer ejército chino entrenado a la manera occidental, fue decayendo. Al cabo de unos años, sus conocimientos fueron olvidados, en favor del estilo tradicional chino de hacer la guerra. Así fue China perdiendo poco a poco territorios en las guerras del opio, o la rebelión boxer. Pero eso es otra historia.

domingo, 5 de agosto de 2012

Emboscada china a japoneses (1937-45)


Tras estar leyendo estos días el libro "China" de Henry Kissinger, he estado documentandome sobre la historia del desconocido Dragón Asiático.

Aquí dejo una pequeña emboscada a un pelotón japonés por parte de tropas chinas. Seguro que os gustará...


domingo, 1 de abril de 2012

Osprey Command: Georgy Zukhov



Una de mis editoriales favoritas, Osprey Publishing, ha sacado recientemente una nueva serie de libros. “Command” no habla de los soldados, sino de los generales. Pretende estudiar sus batallas y acciones para poder sacar conclusiones de ellos. Como aficionado a los temas de gestión y liderazgo no he podido evitar hacerme con ellos y, aunque empecé con un desconocido como el duque de Malborough, me apetecía más empezar a hablar de Zukhov y empezar con él a ver una serie de perfiles de los cuales se pueden sacar conclusiones y aprender cosas.

Georgi Konstantinovich Zukhov fue el general soviético más famoso de la Segunda Guerra Mundial. Tras sobrevivir a la Guerra Civil Rusa y a las purgas estalinistas al Alto Mando Soviético (gracias al cuidado del padre de la caballería roja Simon Budyonny, hombre de prominente bigote), despuntó en 1939 venciendo a los japoneses en una escaramuza poco conocida en Normohan/Khalkhin Gol, cerca de la frontera con China. Tras colaborar en la poco conocida anexión de Moldavia a la URSS, vino la invasión nazi. Nuestro general se encontró en los puntos más destacados: primero en Leningrado, luego a las puertas de Moscú. Tras eso vino la batalla de Kursk, la mayor batalla de carros de la historia, donde el Reich cedió la iniciativa estratégica a los soviéticos. Y luego empezó el avance hasta Berlín, donde Zukhov disputó una carrera con su gran rival, Koniev, para alcanzar el Reichstag y acabar la guerra.

Que el libro sea dedicado a este general no indica que deba ser un panfleto halagador y que obvie el lado malo del personaje. Zukhov no fue un angelito: no le preocupaban las condiciones de unos soldados a los que no dudaba en sacrificar para alimentar ofensivas que ya estaban condenadas al fracaso. También se ocupó de menoscabar el rol en sus victorias de sus subordinados y de “hinchar” su leyenda propia dotándose de cierta infalibilidad. Incluso se menciona su crítica hipócrita a sus subordinados que tenían “esposas de campo”, cuando él mismo tuvo romances con algunas mujeres soldado.

También destaca su estilo de liderazgo. Lejos de inspirar a sus subordinados, su especialidad era bajar al cuartel del que no estuviera cumpliendo sus objetivos y soltarle un soberbio rapapolvo con amenazas de muerte (incluso hay una lámina dedicada a Zukhov amenazando al general Tarasov). No deja de ser parte del estilo de mando soviético, donde a Stalin no le importaba ejecutar al general que se retirara o no “cumpliera con su deber”.Me recuerda cuando Suvorov/Rezun explicaba que Stalin sacó a Rokossovsky y a otros generales purgados del GULAG en 1941 para mandar al Ejército Rojo contra los alemanes ya que su única opción era vencer. Si perdían o morían a manos alemanas o eran ejecutados por el NKVD. Así ahorraban papeleo y les daban la oportunidad para tener una muerte “redentora en acción”.

Muchos dirán que este estilo “bullying” de liderazgo es anacrónico, pero sigue viéndose en según que empresas. Y aunque a corto plazo pueda (no siempre) conseguir objetivos, el desgaste del equipo humano que conlleva me hace ser poco partidario de él.

Pero eso no quita que, pese a no haber aportado ninguna innovación al campo de la estrategia, supo aprovechar las innovaciones otros (como la “GuerraProfunda de Tukhachevsky”) y aplicarlas en el campo de batalla con magníficos resultados. Pese a su poco conocida derrota en Rzhev (a manos, no olvidemos, del experto en guerra defensiva del Reich, Walther Model), el resto de carrera fueron victoria tras victoria. Destaca en el libro la poco conocida victoria en Magnuszew, según el autor la mejor de Zukhov, que fue decisiva para tomar la fortaleza de Varsovia. Se hace referencia al uso que hacía del arte ruso de la maskirovka, o engaño estratégico. Así mantenía pocas tropas haciendo ruido en un punto para que el enemigo pensara que la ofensiva iría por allí, mientras el grueso se reunía silencioso en otro preparado para machacar el punto débil de la línea enemiga.

No cabe duda que su mano, junto en mi opinión la de mi favorito Vasilevsky, fue decisiva para reciclar al soldado soviético que fue vapuleado en 1941 y convertirlo en el frontovnik que preparó el camino a Berlín y a la victoria (aunque a un coste exorbitado). Y eso, vistos los millones de muertos y prisioneros en las fases iniciales de la guerra (cerca de tres millones de muertos y prisioneros en las primeras batallas), tiene un gran mérito.

Al fin y al cabo, como dice el tópico: “la batalla no está perdida hasta que se deja de luchar”.

lunes, 23 de enero de 2012

EL ÚLTIMO SAMURAI OCCIDENTAL

Jules Brunet (1838-1911)


Uno de los papeles por el que se recuerda a Tom Cruise, que ha interpretado cosas tan dispares como a un joven barman o un coronel de la Wehrmacht, es el de Nathan Algren: un norteamericano que viaja a Japón para adiestrar al ejército imperial japonés y se acaba uniendo, embelesado por su mística y filosofía, a la rebelión de samurais que luchan contra una modernidad que les priva de sus prerrogativas.

Aunque pueda parecer que el personaje al que dió vida es totalmente ficticio, no lo es tanto. Se inspiró en la vida de un oficial francés: Jules Brunet. Un hombre nacido en Belfort en 1838 y que a los 19 años se licenció en la Ecole Polytechnique, entrando como oficial en la rama de artillería.

La Francia de esa época es una Francia convulsa. Con la derrota final de Napoleón Bonaparte aún recordada, y deseosa de recuperar su "grandeur", vé renacer su Segundo Imperio en 1852, bajo la tutela de Luis Napoleón (1). Este no duda en embarcarse en aventuras bélicas en el extranjero. En una de ellas decide coronar a Maximiliano de Habsburgo como Emperador de Méjico, con la intención de crear un imperio latino en el continente americano (2).  Hacia allí se fue un amplio cuerpo expedicionario francés, en el cual sirvió Brunet. Allí ganó la Legion de Honor.

Hacia 1867 se le envía a Yokohama, como parte de una misión militar enviada para modernizar el ejército del Shogun Tokugawa Yoshinobu (3), ya que el ejército francés era considerado en aquellos tiempos el mejor del mundo (4). En esa época era él quien mandaba en el país, actuando como regente del Emperador Meiji, el cual era una figura meramente simbólica. Brunet fue enviado para instruir a los japoneses sobre el uso de la artillería, ejerciendo sus funciones durante un año.

En ese tiempo empezó a fraguarse el conflicto que se conocería como la Guerra Boshin. El Shogun ve como en 1868 el Emperador Meiji toma el poder, con el apoyo de varios clanes rivales. Pero Tokugawa no quiere ceder, estallando la guerra. Es un choque de mentalidades: la facción imperial apuesta por abrir Japón al mundo exterior y romper el aislamiento (5), mientras que la facción del Shogun favorece el "Sakoku" (aislamiento). Ese mismo año, el Emperador Meiji ordena que la misión francesa vuelva a su país. Brunet, fascinado por la cultura japonesa, dimite del ejército francés y se queda con los cadetes a los que ha adiestrado. En una carta a Napoleón III lo explica:

"Una revolución está forzando a la Misión Militar a volver a Francia. Me quedo aquí solo, yo solo personalmente quiero continuar, bajo nuevas pruebas: los resultados obtenidos por la Misión, junto con el Partido del Norte, que es la facción favorable a Francia en Japón. Pronto habrá una respuesta, y los Señores de la Guerra del Norte me han ofrecido ser su alma. He aceptado, por que con la ayuda de mil oficiales y suboficiales japoneses, nuestros estudiantes, puedo dirigir los 50.000 hombres de la Confederación."

El 27 de enero de 1868, los dos ejércitos se encontraran en Toba-Fushimi. Los 15.000 soldados del Shogun se enfrentaban a 5.000 soldados Imperiales (6). Los primeros, pese a incluir el cuerpo de tropas entrenado por Brunet y del también francés capitán André Cazeneuve, es en su mayoría formado por los clanes tradicionales del norte. Los soldados del emperador, en cambio, proceden del sur y están equipados con armas modernas. Al final será el ejército imperial el que vence. Tras la victoria del emperador, Brunet, Cazeneuve y el almirante del Shogun, Enomoto Takeaki, huyeron a Edo (Tokio) en el buque de guerra Fujisan.

Cuando Edo cayó también en manos imperiales, Enomoto y Brunet huyeron a la isla de Hokkaido, al norte, donde proclamaron la República de Ezo, inspirada en Estados Unidos. Enomoto nombrado será nombrado presidente tras las primeras elecciones en la historia de Japón. Brunet se dedicó a organizar el ejército de Ezo, bajo un mando combinado franco-japonés. Otori Keisuke será el comandante en jefe, quedando Brunet como su segundo. Cada una de las cuatro brigadas estaba mandada por un oficial francés (Fortant, Marlin, Cazeneuve y Bouffier), con oficiales japoneses mandando cada media-brigada. Brunet pide (y recibe) un juramento de lealtad por parte de todos los oficiales, y su deseo de asimilar las ideas francesas. Un oficial desconocido describe que se encarga de todo: “

" ... aduanas, urbanismo, fortificaciones, ejército; todo paso por sus manos. Los japoneses son marionetas a las que manipula con habilidad... ha llevado a cabo una Revolución Francesa como la de 1789 en el nuevo Japón;  la elección de lideres y la determinación del rango por méritos y no por cuna -  son cosas fabulosas para este país, y el ha podido hacer las cosas muy bien, teniendo en cuenta la seriedad de la situación."

El Emperador se molesta ante semejante rebeldía y decide tomar la isla.

Los ocho buques de vapor de la flota imperial, entre ellos el recién llegado Kotetsu (7), se enfrentarán a los cinco navios de la flota rebelde, venciéndolos en la bahía de Hakodate (8). Dos naves de Ezo son hundidas, siendo el resto capturadas. Eso deja via libre al Ejército Imperial para desembarcar 10.000 hombres.

La batalla final de las fuerzas del Shogun/Ezo fue la batalla de Hakodate. Las tropas de Ezo, con 800 soldados en sus filas, fueron derrotadas por un ejército imperial de 8.000 hombres.

En un memorial sobre sus servicios en la Guerra Boshin, Brunet elogió mucho al Hijikata Toshizo, viceministro del ejército, en sus memorias, diciendo que si hubiera nacido en Europa hubiera llegado a ser general (9).

Brunet y los otros consejeros franceses fueron buscados por el Gobierno Imperial, pero huyeron de Hokkaido a bordo de un buque francés, la corbeta Coëtlogon, y llevados a Saigon por la nave Dupleix. Brunet al fin volvió a Francia.

El nuevo gobierno japonés pidió que se castigara a Brunet por sus acciones durante la Guerra Boshin, pero sus aventuras le habían ganado las simpatías del pueblo francés, y la petición fue simplemente ignorada. Además, se le permitió volver al Ejército Francés. Durante la Guerra Franco-Prusiana de 1870-71, fue capturado tras el sitio de Metz. Tras la guerra, tuvo un papel importante en el ejército de Versalles, que suprimió la Comuna de Paris de 1871.

Mientras tanto, el almirante Enomoto es perdonado por el Emperador, y acaba formando parte del gobierno. Bajo su influencia, el gobierno japonés amnistiará a Brunet, e incluso le condecorará en 1881 y 1885, siendo las medallas entregadas en la embajada japonesa en París. El francés acabará ascendiendo a general de división y, en 1898 será nombrado jefe de estado mayor. El último samurai occidental morirá en 1911, terminándose una vida realmente digna de una novela.

(1) Hijo de Luís Bonaparte. hermano de Napoleón y Rey de Holanda. El nombre de Napoleón II se dará al hijo de Napoleón Bonaparte con María Luisa de Austria, que morirá en 1832.
(2)Influyó también que el presidente de la República de Méjico, Benito Juarez, declarase que no iba a pagar las deudas que tenía su país con naciones extranjeras, sobretodo con Francia, Inglaterra y España. Los tres países organizaron una expedición de represalia, con el contingente español al mando del general Juan Prim, conde de Reus. Tras ocupar Veracruz y alcanzar un compromiso con Juarez, ingleses y españoles se retiraron. Los franceses se quedaron con la intención de reforzar su control sobre el país por medio de Maximiliano y su gobierno títere. Al final el Emperador acabará fusilado, como refleja el cuadro de Manet.
(3)Tokugawa Yoshinobu descendía del mítico señor de la guerra samurai Tokugawa Ieyasu, que alcanzó el poder como Shogun en el siglo XVI imponiéndose a otros míticos "daimyo".
(4)Hablamos de un ejército que venía de vencer a los rusos en Crimea y a los austríacos en Italia. Incluso el ejército unionista, en la Guerra de Secesión imitó sus uniformes. La complacencia les llevaría a la derrota en manos prusianas en 1870.
(5)El comodoro Matthew Perry y una flota americana aparecieron en la bahía de Edo (Tokio). Bajo la amenaza de bombardear la ciudad, lograron que Japón abriera el puerta a las mercancias y comerciantes estadounidenses.
(6) Al mando de las tropas imperiales estaba Saigo Takamori, quien paradójicamente liderará la última revuelta samurai en Satsuma en 1877, inspirando el personaje de Ken Watanabe en "El Último Samurai". El fué el verdadero.
(7) Construido en los EEUU, es el primer buque a vapor blindado de la Marina Japonesa.
(8)Esa batalla será el bautismo de fuego del, entonces simple oficial, futuro almirante Heicharo Togo, quien vencerá la flota rusa en Tsushima en 1904.
(9)Médico y profesor de kenjutsu. Suyas son estas palabras:"No voy a la batalla para ganar. Con el gobierno Tokugawa a punto de caer, sería una desgracia si nadie quisiera caer con él. Por eso voy  a luchar. Lucharé la mejor batalla de mi vida para morir por este país".".